Laberinto


El Laberinto: Esta imagen de la película laberinto me pareció la más indicada para representar el inconsciente. Se ve un laberinto con-céntrico,  prácticamente interminable; o lo que es peor, se ve el centro del laberinto, lo que aparece como una meta supuesta, pero un sin fin de obstáculos y recovecos para llegar a ella. 

Muchos personajes de la película, lo consideran un imposible, y descartan la posibilidad de llegar a aquel centro. Los menos que sigue más allá, acceden a otras realidades, por ejemplo,encuentran pasos escondidos, vasos comunicantes que permiten pasar de un lado a otro del laberinto, o acceder a verdaderos cambios de dimensiones.

Por último, el laberinto es como un sueño que crean y creen entre todos los habitantes del laberinto. Un sueño, sin más, que esconde el centro. Los personajes, simbólicamente, son nuestros egos. ¿El centro, es la resolución del laberinto? No, en el centro se esconde el hacedor de la gran ilusión, el gran Ego. Al enfrentarnos a él, descubrimos la resolución del laberinto, salimos de él.

¿Por qué entrar en un laberinto? 

Puede ser que, como el personaje de la película, necesitemos recobrar algo. En este caso, un niño, simbólicamente, la inocencia. De todas formas, en esta aventura, el personaje principal aprende varias habilidades, verdades, para por distintos estados y saberes. Al lograr la libertad, de alguna manera, descubre su verdadero potencial. Puede que sea así de simple el por qué de la vida y que necesitemos del laberinto, solo para aprender a Ser. Ese es el gran desafío al que nos invita nuestro inconsciente. 

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