Microcuentos de Bioneuroemoción (La Desvalorización)




Era un alma de aquellas que parecen ir siempre cargadas con una mochila, postrando consigo su propio peso, y también el de los demás. Vivía agachada, creyéndose poca cosa. Aquellos pensamientos le producían dolor en todos los huesos de su cuerpo. Un día decidió abandonarse, dejar aquella forma tan perversa de autodestruirse, decidió dejar la mochila en el suelo y continuar adelante, porque, a veces, el peso del pasado no le deja a uno avanzar. 

El dolor de huesos fue cediendo a medida que el dolor del alma se alejaba. Desde entonces, dice ella, ha empezado a ver el mundo con los colores de su propia identidad. 

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