Tarot Unkido - Perspectivas

Durante el transcurso de la historia, el juego del tarot ha pasado por distintos estadios de interpretación. Por supuesto, los símbolos necesitan un interprete. De fondo, es el intérprete que habla con su propia consciencia, la consciencia de todos, usando como herramienta un lenguaje. 

El desarrollo de ese lenguaje no ha sido lineal, podemos ver pensadores profundos en distintos momentos que aportan al tarot un sentido trascendental y también, la versión más popular del juego, donde existe un entendimiento básico. Es oportuno aclarar que no está en mi ánimo condenar o juzgar ninguna alternativa, simplemente estoy describiendo la realidad que veo.


La principal pregunta que se formula ante el simple acto de consultar el tarot es: ¿se puede predecir el futuro? Y para sintetizar lo que pienso, voy a recurrir a otras preguntas: ¿Hay un sólo futuro posible? ¿Acaso no estoy viendo que si yo cambio mi punto de vista el presente cambia y por lo tanto, el futuro cambia? ¿Para qué me serviría saber lo que vendrá, si de todas formas vendrá a pesar de lo que haga? El futuro depende de la decisión que tome ahora mismo, de mi actitud presente, de la manera que resuelvo mi actual "estado interno"; ese conjunto de sensaciones, sentimientos, pensamientos, creencias y proyecciones que sentimos, ese impulso energético vital que emitimos, esa vibración que tiene todo lo que está vivo, y en definitiva, eso que proyecta mi consciencia y que constituye mi propio universo, o mi "suerte", para decirlo de otra manera.

Sin embargo, podemos hacer otra pregunta anterior: ¿por qué puedo leer en un mazo de cartas, la realidad? Esto podría llevarnos mucho tiempo, y en definitiva, la experiencia es muy simple y directa. Aún jugando con el tarot, el consultante puede verse a si mismo en el mundo, o ver el mundo que le rodea. Por el momento, quiero compartir una especie de conclusión al respecto. Lo que uno está viendo todo el tiempo, más allá del tarot, es la proyección de su propia consciencia. Esa es nuestra realidad. Si se "interpola" un medio preparado con símbolos como el tarot, se puede ver nuestra proyección en forma más "profesional". Es decir, el tarot nos habla, porque juega con una verdad muy profunda de la realidad: cada uno está creando su propio universo, o su suerte, la proyecta desde su interior. 

Pero atención, ese uno mismo que proyecta la realidad, es mucho más grande de lo que creemos. Para decirlo de una forma práctica, el pequeño yo, el que viene a consultar, sólo es o debería ser el capitán de un barco, donde hay multitudes de marineros con distintas herencias genealógicas, que son programas funcionales o disfuncionales, y uno navega de fondo, una red formada por el pensamiento humano con su nivel o estadio de consciencia. 

Dije que uno es o debería ser el capitán de ese barco, porque ese es un primer paso para conocer el resto de lo que somos. El presidente no es necesariamente el pueblo, pero puede gobernar a los suyos, o caer en el caos. Igual, uno mismo puede conducir su universo, en forma más o menos consciente. O mejor aún, reconocer que uno sólo es el timonel y que el capitán está en lo más alto de nuestra consciencia, y dejarse guiar por Él.


Puedo abrir el mazo, y observar la alternativa más obvia. Si voy con el auto a contramano por una calle principal, lo más probable es que vaya a chocar. Puedo quedarme allí, o bien, puedo ver las alternativas para no chocar, y resolver en un sólo acto, ir en otra dirección. Otra dirección, no necesariamente la de todos, pero tampoco en contra de todos, como una actitud de rebeldía muy común actualmente, imperante, que no hace sino atarnos a lo mismo que rechazamos.

Sin embargo, cuando nos disponemos a partir de unas bases filosóficas más altas, podemos ver que la herramienta se vuelve multi-dimensional, o cuántica. Justamente, este descubrimiento científico, el principio cuántico, nos está haciendo ver preguntas, realidades y explicaciones sobre fenómenos vitales de la realidad. Fenómenos que la consciencia puede conocer en forma espontánea, pero que la mayoría se ha negado a conocer. Ahora, el intelecto puede estar a la altura de la con-ciencia. 

Para lo que respecta a nuestro trabajo o visión interior, no hace falta ser un experto en física cuántica, simplemente, estar preparado para ver que las fichas de la realidad, se están moviendo desde nuestro interior. Para trabajar este nivel que nos ubica como co-creadores conscientes de la realidad, no pretendamos cambiar toda la realidad, simplemente, vale estar atentos a observar cómo nuestros cambios internos, pueden incidir directamente en lo que llamamos realidad, y así jugar a transformarla. Jugar, como lo insinúa el mismo tarot, porque no olvidemos nunca que el mazo es un juego.

Desde esta perspectiva, estamos haciendo un trabajo terapéutico con los arcanos del tarot en Unkido.


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