La evolución y la trampa del tiempo

Empecemos otra vez por el principio. Dado que se están acercando a nosotros personas con mucha resonancia y que no saben bien qué les está pasando, me ha parecido interesante hacer una especie de explicación, desde el principio, para que cualquiera que tenga un interés, pueda conocer qué estamos haciendo desde Unkido. 

He retomado también parte del mensaje que está en el vídeo "Cambio o Transformación", el primero que hicimos conociendo ya la Ley del Desdoblamiento de los Tiempos, y en este texto añado algo de lo que me he dado cuenta ahora, y que puede ser interesante para tener en cuenta.

Cualquier persona, conozca o no esta Ley, puede entender lo que aquí decimos y la intención es, también, transmitir este cambio de percepción para todos aquellos que resuenan en eso de "salir de la dualidad", y se van acercando a estas nuevas comprensiones.

Aquí dejo el texto, y también el vídeo.

Abrazos



"Existe una idea “evolutiva” de lo que está pasando en este momento. La evolución del ser humano, si tenemos en cuenta  los dos ejes de una gráfica, estaría en el eje X, en la linealidad del tiempo. Primero éramos monos, y ahora salimos al espacio, pero psicológicamente, la evolución ha sido muy pequeña. Cuando éramos monos nos matábamos entre nosotros, y ahora seguimos matándonos entre nosotros. Por lo que ahí hay algo que ha existido siempre, algún “error” que la evolución temporal simple, la del eje x, no resuelve. Ese error, es la imagen que el ser humano se ha creado de sí mismo, “el ego”. Es decir, que el tiempo no evoluciona al ego más que en unos mínimos. Ya no somos tan salvajes como los cromagnones, pero seguimos matándonos, seguimos teniendo conflictos, y seguimos sufriendo. Ese “yo” que sufre, por lo que vemos al observar sencillamente la historia humana, no evoluciona. Cambia un poco, pero no se ha producido en ello ninguna transformación. Muchas personas, simplemente, creen que el ser humano es así, que no tiene arreglo y, por tanto, no nos queda otra que evolucionar lo más que podamos.

Sin embargo, si nos abrimos a la posibilidad de que el sufrimiento del ser humano pueda ser trascendido, entonces podemos investigar en nosotros mismos un poco más profundo.

Algunas personas nos han contado a lo largo de la historia, que consiguieron trascender ese ego, ese “yo”. Lo hicieron entrando en el eje Y, es decir, salieron de la linealidad temporal del eje X, y así nos lo contaron todos ellos. Por eso nos hablan de la importancia de estar presentes, del “ahora”, del no preocuparse por el mañana...etc (obviamente, todo esto entendido no como una “despreocupación”, sino en el sentido de que, al entender que el pensamiento que busca soluciones en el tiempo, simplemente está viéndose en un enredo, ese pensamiento, al estar presente y limpio de la temporalidad, tiene una forma nueva y mucho más brillante de manejarse). Desde ese eje Y el conflicto no tiene bases para mantenerse, existe un forma de convivencia pacífica, no por la voluntad, sino que surge de forma natural.

Se han producido tres formas de tomar a estas personas que nos hablaron de esto:
*Una, se decanta por la “creencia”, es decir, alguien me dice que es posible vivir sin sufrimiento, entonces yo me lo creo, y espero  que esa persona que ha alcanzado ese estado, me diga cómo tengo que actuar, me dé unas normas para yo poder alcanzar lo mismo. Así se han formado las religiones.
*Otra se decanta por el “estar en contra de”. No lo acepto, de entrada, porque lo encuentro palabrería.
*Pero existe una última vía que es la apertura sin creencia y sin “contra”. Es decir, algo me llama la atención de lo que dicen estas personas, no tengo por qué creerlo, quiero ver si por mí mismo puedo saber si eso que dicen es verdad, pues si es universal, si está a disposición de todos, también está a disposición mía. Por tanto, puedo escucharles para aprender, y observar dentro de mí si veo lo que están diciendo.

Esta actitud cambia por completo la alabanza y el ataque de las otras dos, pues se sale de la dualidad.

Entonces, partiendo de la base de que nosotros elegimos esta última vía, entonces nos disponemos a observar qué sucede con el tema del tiempo y qué sucede en este momento concreto de la historia de la humanidad. En este momento tenemos la oportunidad masivamente de acceder a ese eje Y. ¿Por qué lo sabemos? Bien, para las personas que no lo conozcan, tenemos el gran aporte del físico Jean Pierre Garnier, que nos demuestra científicamente que estamos en un momento de “cierre temporal”. ¿Qué significa esto? Pues que tenemos un espacio de 25.000 años para experimentar toda la historia lineal del eje X, para experimentar una serie de “programas” que nos sacan de la plenitud que somos en esencia. Esos “programas”, gracias al magistral aporte del Doctor Hamer, que los descubrió cómo la lógica que actúa en las enfermedades, son: la Supervivencia, la Protección, la Comparación y los Valores. Estos programas nos hacen vernos como un “yo” individual, ajeno a todo lo que nos rodea. Entonces empezamos la evolución y tenemos que sobrevivir, tenemos que protegernos de los otros y del entorno, nos empezamos a comparar y entramos a valorarnos en referencia al otro, nos sentimos desvalorizados o superiores...  competimos, tomamos unos “valores” aprendidos por herencia, por educación, por el contexto histórico, geográfico...etc. Todos esos valores, no son “naturales”, sino que son aprendidos. Esos valores, al ser particulares, son divisivos. Por ejemplo, yo nazco en una región en la que se da el cristianismo, y tendré unos valores, aunque no me llame cristiano, pero me habrán educado en parte en ellos, pues se toman de forma consciente e inconsciente. Entonces entraré en conflicto con personas que tengan unos valores diferentes a los míos. Así tenemos los conflictos humanos, las guerras...etc.

Si yo observo mi vida desde ese eje X, de tiempo lineal, voy a llevar conmigo todo ese equipaje que es el condicionamiento de lo que me han enseñado, de lo que he heredado...etc. Sin embargo, ¿qué pasa si mi mente no se encuentra en ese eje X, sino que entra en un eje Y ajeno al tiempo y, por tanto, no acumulo esa memoria consciente e inconsciente de todo lo que me “ha tocado” por nacer en un determinado entorno.? Si usted, ahora mismo, no acudiera a su memoria sobre lo que aprendió en cuestión de valores, ¿se comportaría de la misma forma? seguro que no, y nos hacemos otra pregunta: ¿cómo sería esa forma de relacionarse sin valores aprendidos, sin memoria condicionada, exenta de ese eje X?

Ese “cierre temporal” del que nos habla el físico Garnier, es el momento en el que el ser humano tiene la oportunidad de entrar de nuevo en ese eje Y, que no es otra cosa que volver al estado natural en el que estamos exentos de esos programas.

Entonces, el momento actual es sumamente importante, y tiene una oportunidad inmensa, pero también tiene un grandísimo peligro, que es el de confundir la evolución humana por el momento universal actual, que estaría en el eje X, con la integración en el eje Y.

En estos momentos, nos vamos a encontrar con muchísimos movimientos a favor de un cambio de conciencia, que están promoviendo la entrada en un nuevo “paso evolutivo”. En este caso, tenemos que ser muy cuidadosos para ver si seguimos estando en el eje X, donde la evolución de ese “yo”, de ese “ego” que nos mantiene en el sufrimiento y en los conflictos, es sumamente lenta, pues su propósito es el de mantener abierto el tiempo de la experimentación; o bien estamos eligiendo la opción entrar en ese eje Y, fuera del tiempo, donde la transformación del ego, del “yo”, entra en un proceso de espiral ascendente sumamente rápido, en el que soltamos la "identificación" con la imagen, es decir, que podemos vivir en muy poco tiempo lo que en el eje X vamos a vivir a través de cientos y cientos de vidas.

Hago esta aclaración, pues me resulta de vital importancia para las personas que se acercan a estos temas en este momento, ya que tenemos que dejar muy claro cuál es la visión que estamos mostrando nosotros. 

Para entrar en ese eje Y, tenemos que vaciarnos, literalmente, de los programas de los que hemos hablado. “Vaciar los odres de vino viejo, para que entre el vino nuevo”, y ésta es la gran dificultad del asunto. Estamos acostumbrados a manejarnos con una lógica en la que los programas son preponderantes. Sentimos esta lógica como algo tan sumamente real, que nos cuesta soltar la forma que tenemos de ver el mundo, y abrirnos a si existe una forma natural de ver la vida, una lógica exenta de lo que me ha tocado en suerte o desgracia por el entorno en el que nací, una lógica natural previa.

De lo que vamos a hablar aquí es de este proceso para entrar a ese eje Y, al que uno podía entrar en la Edad Media, en la Prehistoria, en el Renacimiento, y ahora también. Lo bueno que tiene este momento es que las condiciones invitan por todas partes a ello, que es un momento único en el que ese acceso al eje Y, viene acompañado por la invitación del eje X y que, por tanto, lo que se nos muestra ante los ojos es, quizás, más grande  para el ser humano que lo que nunca antes se ha visto, por eso es tan importante desalojarnos de todo el equipaje mental, de toda la memoria, por muy espiritual que sea ésta, al menos por un instante, pues después de ese instante encontraremos un sentido nuevo incluso a lo que ahora para nosotros es “sagrado”. Desalojarse de todos esos vestidos “espirituales” puede ser quizás, una de las mayores dificultades, sobre todo para las personas que vienen de muchos caminos ya recorridos en este aspecto. Esto hay que entenderlo con mucha atención y detenimiento, pues no se trata de ponerse “en contra” de lo ya recorrido, sino simplemente soltarlo, insisto, aunque sea por un instante, por un segundo, no seguir aferrado a ello, aceptar que la visión que tengo ahora de ello es limitada y, por eso, lo suelto, pues al entrar esta lógica natural previa en uno, lo veremos con ojos nuevos, sumamente integradores.


Los cierres temporales son una invitación a volver a casa. ¿Quieres volver? Aquí tienes la ocasión. ¿No quieres volver? ¿Quieres seguir viajando un cachito más? Perfecto, sigue viajando, explorando, experimentando, evolucionando... etc. Sería algo así como una puerta en medio de un eterno pasillo. La puerta siempre estuvo ahí, algunos la vieron, pero en estos momentos, la puerta está abierta de par en par, disponible para todo el que quiera entrar en ella. 


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