Asume tu Valencia

ASUME TU VALENCIA

¿A qué nos referimos cuando, en los entornos de Lógica Global Convergente se escucha decir “Asume tu Valencia”?

La palabra, en sí misma, nos remite a la palabra “Valor”, y efectivamente, su etimología procede de ahí. Asumir el propio valor, en cambio, tiene un significado muy distinto desde el punto de vista lineal, del programa, al punto de vista no lineal.

La mente asocia tener valor a ser fuerte, a hacer las cosas que otros no se atreven...etc. Sin embargo, cuando hablamos de ese valor, de esa valencia, en el proceso de cambio de percepción, es mucho más profundo.

Hablamos de asumir la Valencia que tiene explorar cualquiera que sean tus programas, tu identidad. Eso incluye, explorar qué se siente sintiéndose un cobarde. La VALENTÍA de experimentar la cobardía, por ejemplo, en ese nivel de profundidad, es la Valencia que toca asumir para poder hacer un cambio de percepción.

Desde lo lineal, uno que es cobarde, tiene que hacer un ESFUERZO para no serlo; desde lo no lineal, uno que es cobarde en su programa, explora ese programa, esa sensación, con una EXTRAORDINARIA VALENTIA, extrayendo la habilidad de respuesta, la ESENCIA, la VALENCIA que tiene el programa de COBARDÍA, por ejemplo. Todos los programas tienen una esencia. Algunos, como parecer tonto, o cobarde, o miserable... etc., desde lo lineal jugamos a VENCERLOS, a no ser eso; desde lo no lineal, desde la perspectiva global, son incluidos al sumergirnos a observarlos TAL Y COMO SON, sin pretender hacer un esfuerzo por cambiarlos, por dejar de ser...etc., y ahí lo que se produce es que se extrae la valencia que cada uno de ellos lleva en lo profundo.

Asumir la Valencia, por tanto, es un trabajo de submarinistas neutros del subconsciente.

El cambio de percepción no viene por tratar de ser alguien que no eres, sino por APRENDER A explorar, a descubrir lo que tu programa es, tal y como es, sin pretender ser otra cosa. En ese punto de observación empieza una extraodinaria mutación.

Esa exploración transforma absolutamente, nos despoja de las cargas de la identidad, y nos permite ver el PROPÓSITO, con más perspectiva, con más espacio, de aquello en lo que antes estábamos completamente imbuídos por condicionamiento.

Así, al ver ese Propósito, puedo entrar de nuevo en donde estaba antes, y verlo completamente distinto.

Justamente Valencia, en España, tiene el prefijo telefónico 963, es decir, desde el propósito, 9, entro en un potencial, 6, el mismo que veía antes, ahora lo VEO, 3, distinto. Pues no es lo mismo ir detrás de un resultado, detrás de lo energético, por ejemplo, buscando sentirme exitoso, buscando ser valiente...etc., que simplemente entrar a explorar una situación, viendo el propósito previo que tiene la misma. Entonces, esas expectativas que tenía desde la búsqueda de las sensaciones, las puedo ver que quedan en un lugar muy muy pequeño, y ya no me atrapan.

Fíjense en las coordenadas de Valencia: justamente la latitud 39, ese VER EL PROPÓSITO que me lleva a entrar en el potencial de una forma completamente distinta, y la longitud en 0.

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