Identidad Mística desde un PRISMA NEUTRO

Algunos primeros apuntes sobre un NUEVO PRISMA para observar a la Identidad Mística, desde un punto de vista completamente diferente, haciendo CONSUMO de su presencia y GENERANDO conciencia a través de la comprensión de la estructura lógica con la que se construye esa escultura.

En la imagen que adjunto, el león de granito es una construcción que hizo mi padre y que ahora, en retrospectiva, comprendo parte de la lógica que me estaba mostrando. El PA, el aspecto Respuesta, tratando de comprender la lógica de la CONSTRUCCIÓN de una Identidad de Piedra, que se queda anclada en el tiempo. Esta identidad, esta RO CA, se constituye en bucle alimentada del pasado, hasta que se puede reconocer la estructura lógica con la que ha sido construida. Es una total CONDICIÓN para mostrar perfección, y virtud. No percibe la elección, porque no puede ver la pregunta que la constituye. Si no veo la MA, no tengo HIJO, no ELIJO.

Para identidad que se constituye en esa Roca de virtud, las IDEAS de totalidad, origen, nada, se presentan como la solución que “algún día” la hará dejar de ser vulnerable. Se alimenta de la expectativa de plenitud que “otros” ya han conseguido. Se repite las consignas ideales, con la esperanza de, algún día, alcanzar lo mismo. Sabe que tiene que consumir su vulnerabilidad para generar conciencia... pero, es tanta vulnerabilidad... y podérsela ver supone que la vean los demás... y era tan lindo parecer sabio... era tan lindo parecer fuerte... era tan lindo parecer...

Y en su nido de vulnerabilidad, con el deseo de conseguir aquella plenitud que logre que no se sienta tan estúpida, alimenta la herida.

No es nada personal, es global, -se dice-, pero la siente tan única, tan indefectiblemente particular...

Se repite y repite ideas de perfección que llegan a su mente como por arte de magia. Estructuras que se colocan solas, y le muestran aquella plenitud que sigue poniendo en el futuro. Suena todo muy coherente... Puede utilizarlas para mostrarlas al afuera, para ofrecer “palabras sabias” a amigos y familiares, pero en ese adentro, sigue sin CONSUMIR vulnerabilidad.

Toma como referencia a aquel que muestra la plenitud que ansía. Con el tiempo, al no conseguirla, es posible que tenga una trastienda llena de rencores hacia la misma persona que admira, porque le señala los aspectos no vistos. Confunde auto-referencia con conexión propia solitaria, “no se necesita a nadie, yo y el vacío nos valemos”, porque tiene confundida la valencia de la individualidad, y la belleza de la comunicación lineal entre unos y otros. Se niega la belleza de lo CON VER GENTE, y del enriquecimiento mútuo, porque, de tanto buscar ser virtuosa, y humilde, y perfecta, se olvidó que dejaba en su trastienda una soberbia que le hace ver a otros como “seres inferiores”. Se decanta en el péndulo comparativo: “valgo menos - vales más - valgo más - vales menos”, pues tiene una configuración perceptiva jerárquica.

Para una identidad que opera de esta forma, es esencial la conexión a Tierra, recomponer el enlace de la persona con la Realidad. Tener una profunda y total honestidad con uno mismo para reconocer que una identidad de estas características me opera, (es tan, tan común!... y si la observo a tiempo, cuando se planta la semilla, no es preciso que crezca el árbol) y que tengo la oportunidad de tomarla como el recurso para la generación de conciencia, desde otro lado, vulnerable, profundo, errado, herido, iracundo y REAL.

Esta identidad lleva, dentro del propio paquete software, un auto-condenador que le señala sus errores en modo castigo. En un momento dado, el receptor va comprendiendo que este paquete software que se constituye con una estructura lógica definida y se construye como una identidad, es algo a comprender, no a eliminar o condenar, es una estructura lógica a conocer, para poder ir teniendo la conciencia de cómo llegamos a construirnos estas ESCULTURAS.

De su inclusión y de la comprensión, poco a poco, de cómo se construye su estructura lógica, va surgiendo una profunda RECREACIÓN del humano, pues esta identidad es combustible-recurso de constante recreación, así como en su aspecto hacia la divergencia, es un anclaje al pasado y a la repetición. 
 


 

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