Asumir Tierra sin la referencia de “la obligación” DESCUBRIR RECURSOS para los nuevos DESAFÍOS.

Asumir Tierra sin la referencia de “la obligación”
DESCUBRIR RECURSOS para los nuevos DESAFÍOS.

Ayer mi amiga Dennise Dubke me hizo una felicitación de cambio de año que me iluminó. “Que el 2019 te traiga todos los Recursos para asumir los Desafíos que se te presenten”. Esto me abrió a desarrollar un poco el tema de dar a luz Recursos, que pongamos un poco el foco en este tema.
Supongo que a muchos les ha pasado o les está pasando. Que en algún momento, uno empieza a sentirse agotado de hacer cosas concretas que antes no le costaban ningún esfuerzo. Al revés, antes hasta te ponías content@ por terminar las tareas del hogar...etc.
Cuando uno vive eso, es cuando se da cuenta de cómo viven otras personas que les operó eso antes que a uno. Cuando mi parametrización lineal está activa, yo veo a esas personas y digo “¡qué vagos! ¡que hagan algo en el concreto coñe!” Cuando se me va el programita (transferencia propietaria) que me hacía asumir sin mucho esfuerzo las tareas cotidianas... me cae el agua bendita en la frente. No es que uno esté vago, es que está en otra franja de frecuencia desde la cual uno observa otras cosas que le generan un mayor interés. Se tiene que aprender a generar un interés por lo concreto, que no es el “hay que hacerlo”.

Ok, dice alguien, pero “estas cosas concretas HAY QUE hacerlas, carajo!!” Y tú, que estás ahí en la nube, agotado, dices ¿y cómo narices bajo?

¿Cómo hacemos entonces este aterrizaje? Por el mandato y la obligación, diría que es prácticamente imposible que alguien, desde esa franja, se posicione en lo concreto.

Entonces veamos. Qué sucede si me veo aéreo, sin ganas de hacer algo concreto por obligación, y alguien me sugiere, por ejemplo, que ordene mi cuarto, que me voy a sentir mejor en un ambiente más ordenado. Por esfuerzo no voy a saber ordenar. El que tiene activo su programa de ordenar, en transferencia propietaria, puede que me diga “ponte, empieza y poco a poco vas a ver lo bien que te sientes ordenando” (que es lo que le pasa a él...) y puede que yo me ponga y.... en fin... como que no... me irrito, me enfado, porque no puedo, porque no me sale... y el otro dice... mmm inmaduro... y sí, estoy inmadur@... y seguramente sea cierto que el orden me haría bien, pero por las mismas escaleras que baja el otro, yo no sé bajar, ¡¡¡no las veo!!!.

Si yo le “hago caso” al concreto, no voy a poder hacerlo, porque mi configuración lo va a tomar por la vía de la obligación (cosa que al otro no le sucede porque tiene activo su programa), y se convertirá en una vía de esfuerzo. Pero si lo dejo suelto y digo: ok, si eso es así, si necesito orden realmente, porque veo mi límite, veo mi desorden en mi cuarto, dejo que EL CERO ME OTORGUE LA HABILIDAD, EL RECURSO QUE AHORA NO TENGO, lo cual es absolutamente distinto de hacer el esfuerzo desde la identidad para conseguir enfocarme en ordenar. Si “hago caso” al consejo, es totalmente distinto a, si lo escucho y lo dejo suelto, y permito que sea mi propio negativo el que se exprese en positivo. No obedezco en referencia externa, sino que me abro a que se habilite en mi propia forma.

Digamos que el nuevo orden nace de asumir el caos, y el orden que genera la obligación, nace del esfuerzo de rechazar el CAOS.

Detectar, entonces, dónde tengo el límite, me permite ver qué recurso estoy necesitando. Y ese recurso, el cero me va a dar a luz que esa posibilidad que tengo en el negativo, nazca en el positivo de forma real.

Este es el tema de partida del Grupo 29. Ir reconociendo las diferencias de configuración en los vínculos para comunicarnos de forma más fluida.
Más info e Inscripciones en contactounkido@gmail.com
Coordinadores: Laura F Campillo Y José Mataloni.
Auto-RE-conocimiento de las estructuras en distintas franjas de frecuencia y cómo es que éstas pueden colaborar en lugar de enfrentarse.

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