La Oración Científica - Nota Uno

Llamo oración científica a una alternativa distinta a la más conocida oración religiosa. Por cierto, no estoy ni a favor, ni en contra de la oración religiosa, simplemente, expongo otra posibilidad, de tal manera que esta forma de introspección pueda ser practicada por gente de distintos sentimientos. Tengamos en cuenta que la palabra científico sólo implica la comprobación de ciertos postulados, principios o pensamientos inteligentes que nos servirán como base para poder vivir una experiencia nueva.

Vamos a presuponer la oración como un diálogo íntimo, aunque más adelante veremos que esta relación puede ser de distintas maneras, o bien, en silencio. Partamos de la base que es una oración concentrada, con los ojos preferentemente cerrados, y el cuerpo relajado.

Vamos a presuponer también otra realidad, que prontamente puede ser verificada por cada uno, por esto no quiero extenderme demasiado explicando el funcionamiento, cuestión bastante complicada para explicar, aunque muy sencilla de experimentar: la energía vital que manejas en la oración tiene más fuerza, más luz, una vibración más elevada. Por lo tanto, con ella puedes crear otros futuros posibles, más allá de los pensamientos e ideas convencionales. Es decir, la energía de la oración sale fuera de la lógica porque entra en otra lógica superior. Como dije, esto es lo primero y lo que cada vez mejor podemos experimentar.

También tenemos que tener previamente en cuenta que nosotros estamos plasmando la realidad. Nosotros, nuestras ideas conscientes e inconscientes, nuestras creencias, etc. Y que todo esto va a entrar en juego en la oración. Lo primero a tener en cuenta es desde dónde se hace la oración. Es muy importante no partir desde ciertas ciertas suposiciones negativas muy comunes. Vamos a un ejemplo para ver todo esto más claro. Si la formula es, pues, "Dios mío, por favor, ayúdame a ganar un poco más de dinero, aunque sea lo mínimo, para salir de mi pobreza, ay pobre de mí, etc." La gran Consciencia lee "muy bien, este quiere ser pobre, le voy a ayudar a ganar sólo un poco de dinero, como lo ha pedido y no todo el que podría ganar, mmm, dice ay, por lo tanto, todavía acepta la escuela del sufrimiento, no aprendió todavía esa lección, ..., muy bien, hecho." Y tú recibes esa energía. Por lo tanto, es preferible estar parado en otro lugar. No sólo se trata de la formulación de las palabras, sino de una actitud, y de un sentir. No vale repetir como loro sin tener el sentimiento, pues, el Universo lee tu vibración vital, no puedes esconderla tras las palabras. De todas formas, las palabras pueden conducirte, y no son para nada de menor valor.

Otro ejemplo, si dices, "Universo, por favor te pido un poco de paz, porque me siento bombardeado de información." Allí tú no estás asumiendo que el que ha consumido de más eres tú, estás evidenciando que tienes mucha información por procesar, y estás imprimiendo una actitud de pasar por encima de las cosas. Además, bombardeo implica una guerra, que estás peleando, que tienes un escenario con enemigos supuestos, etc. Por lo tanto, el Universo, o Dios, o como quieras llamarle, se encargará de recrear toda esa realidad.

¿Cuál podría ser un fórmula más adecuada? Pues, no soy muy amigo de las fórmulas, sino de encontrar una actitud adecuada. Es mejor no hacer una oración en estado de desesperación. No digo que no ores en esos momentos que justamente, se necesita más, si no que al hacerlo salgas lo más posible de tu estado interno. Cuando estés en calma, recién allí dí tu fórmula. Por ejemplo, podría ser, "Padre, o Madre Universal, abro mi consciencia y mi energía a tu flujo vital, y te pido que me inspires cada día."

He hablado de la orar con palabras, pero, también he dicho que hay otras maneras de orar. Por ejemplo, al trabajar, al crear, al observar una obra de arte. De hecho, esta idea de oración científica también puede servir para hacer todas estas cosas, y muchas más. En fin, sé que se puede seguir trabajando este tema, pero creo que he compartido la idea principal. Por cierto, nunca hay que olvidarse de una gran fórmula de poder que implica estar alineado con la voluntad universal. Esto esto el Amén. 

Comentarios