Cambiar la franja de frecuencia en la comunicación inter-personal
Los desafíos del diseño en modo automático, son los de encontrar las mejores fórmulas posibles dentro de su codificación, para enfrentarlos, para resolverlos, y salir bien parado, y si es posible, reforzado.
Para esto, para que el diseño mejore a través de los desafíos, decimos que la adversidad nos hace más fuertes. Que el error te endurece, que de todo se aprende... etc. Lo cual, paradójicamente, es cierto, pero podemos vivirlo desde el esfuerzo, o desde la apertura a la conciencia impersonal, y no tienen nada que ver la una y la otra.
La principal diferencia, hasta donde percibo en este momento, es la disposición del diseño a dejarse desestructurar y expandir, o su disposición a crecer y expandirse a sí mismo, tomando más y más autoridad y gobierno sobre el humano.
Estamos en instancias en las que la PARADOJA, como ya hemos visto anteriormente, es de suma importancia, porque voy a percibir cómo mi diseño busca seguir creciendo, y al mismo tiempo que me doy cuenta, se va abriendo a la posibilidad de estar disponible para la expansión de conciencia.
Un punto interesante es en la comunicación con el otro, desde qué franja de frecuencia me comunico y hacia qué franja de frecuencia me comunico.
Cuando el diseño quiere aumentar su gobierno, expandir su personalidad, éste busca interlocutores que no lo desafíen más allá de ese “automejoramiento”. Lee, entonces, automáticamente, las necesidades del otro, y le ofrece respuestas o soluciones, o se las vende. En cualquier caso, la franja con la que busca comunicarse es una que no lo saque de sus límites, sino que solo lo impulse a buscar las mejores fórmulas sobre sí mismo. Esta situación, paradójicamente, nos deja como portadores de una imagen salvadora, quizás, pero que está sosteniendo la franja de frecuencia en la necesidad del interlocutor. Ambos, estarían sin desafiarse a sí mismos.
Ahora bien, ¿podemos abrirnos a otro tipo de desafío? para ello tenemos que abrirnos a comunicarnos con otra franja de frecuencia distinta en nuestros interlocutores. Si tomo como interlocutores a los legítimos, la franja de frecuencia con la que me comunique a través de cualquiera, varía. La disponibilidad del diseño a desafiarse a sí mismo, se abre a que se acerquen a él velocidades de frecuencia mucho más rápidas, las cuales no necesariamente están en forma consciente.
Estas velocidades lo van a, verdaderamente, desafiar, ya no para su mejoramiento, sino para su salida de las estructuras conocidas, lo cual, aumenta también su velocidad. Este aumento en la velocidad, aunque puede venir con las conocidas crisis que en nuestra mente se establecen, o en nuestro cuerpo biológico, o en nuestra química, trae también un refinamiento de la percepción. A mayor INTENSIDAD más se refina la percepción y aprende a distinguir lógicas obsoletas que son autodescartadas al nacer, por este incremento en la sensibilidad, en la agilidad de la percepción.
En este caso, la intensidad se centra en el CONTROL DE MANDOS, en este diseño que había tomado el gobierno, y lo va debilitando.
Empieza, tras estos tránsitos, a no tener tanto deseo de comunicarse con franjas de frecuencia necesitadas, o a las que pueda manipular, o manejar, sino que desea comunicarse con velocidades más rápidas para auto-desafiarse.
Puede, incluso, modificar la franja de comunicación que había establecido con personas cercanas, con clientes en su negocio, con jefes, compañeros...etc.
Que el diseño se abra al autodesafío, implica, necesariamente, que ante el conflicto, va a permitir su desmantelación a cambio de una nueva lógica que expanda estructuras. Por tanto, la imagen de nosotros mismos, sostenida, impide el autodesafío, hace como de bloqueo de éste, mientras que la apertura al auto-desafío deja en un papel muy secundario a esta imagen, para que pueda, poco a poco, desvanecerse.
Los desafíos del diseño en modo automático, son los de encontrar las mejores fórmulas posibles dentro de su codificación, para enfrentarlos, para resolverlos, y salir bien parado, y si es posible, reforzado.
Para esto, para que el diseño mejore a través de los desafíos, decimos que la adversidad nos hace más fuertes. Que el error te endurece, que de todo se aprende... etc. Lo cual, paradójicamente, es cierto, pero podemos vivirlo desde el esfuerzo, o desde la apertura a la conciencia impersonal, y no tienen nada que ver la una y la otra.
La principal diferencia, hasta donde percibo en este momento, es la disposición del diseño a dejarse desestructurar y expandir, o su disposición a crecer y expandirse a sí mismo, tomando más y más autoridad y gobierno sobre el humano.
Estamos en instancias en las que la PARADOJA, como ya hemos visto anteriormente, es de suma importancia, porque voy a percibir cómo mi diseño busca seguir creciendo, y al mismo tiempo que me doy cuenta, se va abriendo a la posibilidad de estar disponible para la expansión de conciencia.
Un punto interesante es en la comunicación con el otro, desde qué franja de frecuencia me comunico y hacia qué franja de frecuencia me comunico.
Cuando el diseño quiere aumentar su gobierno, expandir su personalidad, éste busca interlocutores que no lo desafíen más allá de ese “automejoramiento”. Lee, entonces, automáticamente, las necesidades del otro, y le ofrece respuestas o soluciones, o se las vende. En cualquier caso, la franja con la que busca comunicarse es una que no lo saque de sus límites, sino que solo lo impulse a buscar las mejores fórmulas sobre sí mismo. Esta situación, paradójicamente, nos deja como portadores de una imagen salvadora, quizás, pero que está sosteniendo la franja de frecuencia en la necesidad del interlocutor. Ambos, estarían sin desafiarse a sí mismos.
Ahora bien, ¿podemos abrirnos a otro tipo de desafío? para ello tenemos que abrirnos a comunicarnos con otra franja de frecuencia distinta en nuestros interlocutores. Si tomo como interlocutores a los legítimos, la franja de frecuencia con la que me comunique a través de cualquiera, varía. La disponibilidad del diseño a desafiarse a sí mismo, se abre a que se acerquen a él velocidades de frecuencia mucho más rápidas, las cuales no necesariamente están en forma consciente.
Estas velocidades lo van a, verdaderamente, desafiar, ya no para su mejoramiento, sino para su salida de las estructuras conocidas, lo cual, aumenta también su velocidad. Este aumento en la velocidad, aunque puede venir con las conocidas crisis que en nuestra mente se establecen, o en nuestro cuerpo biológico, o en nuestra química, trae también un refinamiento de la percepción. A mayor INTENSIDAD más se refina la percepción y aprende a distinguir lógicas obsoletas que son autodescartadas al nacer, por este incremento en la sensibilidad, en la agilidad de la percepción.
En este caso, la intensidad se centra en el CONTROL DE MANDOS, en este diseño que había tomado el gobierno, y lo va debilitando.
Empieza, tras estos tránsitos, a no tener tanto deseo de comunicarse con franjas de frecuencia necesitadas, o a las que pueda manipular, o manejar, sino que desea comunicarse con velocidades más rápidas para auto-desafiarse.
Puede, incluso, modificar la franja de comunicación que había establecido con personas cercanas, con clientes en su negocio, con jefes, compañeros...etc.
Que el diseño se abra al autodesafío, implica, necesariamente, que ante el conflicto, va a permitir su desmantelación a cambio de una nueva lógica que expanda estructuras. Por tanto, la imagen de nosotros mismos, sostenida, impide el autodesafío, hace como de bloqueo de éste, mientras que la apertura al auto-desafío deja en un papel muy secundario a esta imagen, para que pueda, poco a poco, desvanecerse.
Solo estamos comenzando a abrir este punto,que desarrollaremos en profundidad, además de las cuestiones que vayan surgiendo, en el Grupo de Trabajo 17 que comienza el 23-11-2017, a través de Telegram y durante 15 días.
Más info e inscripciones: contactounkido@gmail.com, o bien por wasap al +34609827324
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