Ocupa tus vacantes,
equivócate,
si no te implicas en tus propios errores,
“el juez” lo hará, frenando cada vez más la expresión de lo genuino que te habita.
Ahogando los "errores", ahogando el abono de los nuevos brotes de tu vida.
Equivócate,
da espacio a tus cagadas,
y observa cómo florecen los frutos con el abono.
Equivócate,
lo que parece “tan correcto” solo es una forma de hacer las cosas,
¿puedes ponerla en duda?
¿puedes poner en duda tus férreos principios?
Fíjate que ferreo contiene la palabra erro,
Fíjate que la palabra correcto, contiene la palabra erro...
yo no digo nada...
Equivócate,
el aplauso del padre al hijo pródigo,
no es más que la alegría del auto-reconocimiento que produce el haber tenido el atrevimiento de equivocarse,
y el aprovechamiento de los márgenes.
El hijo obediente, nunca conoció el margen de error que es el margen de Amor de la propia vida.
Equivócate,
abandona tu imagen de cumplidor (a),
y observarás el abuso que genera la moral.
Te condeno a sentirte culpable porque no pensaste que yo te necesitaba ese día... deberías haber sido bueno... buena...
No te digo “sé malo”, sino que pongas en duda las en qué se sustenta semejante virtud que se basa en la culpa. ¿Puede la culpa ser la base de una convivencia amorosa entre dos? ¿Puede el miedo a equivocarse ser la base de algo genuino?
¿Pueden las creencias en el cielo y el infierno, y el castigo y el premio, estar hablando de AMOR REAL?
No te digo que luches en contra de, sino que dejes de obedecer a lo que te obliga a ser de una forma concreta, poniendo en duda los principios obsoletos que no sostienen más el florecimiento de una nueva coherencia.
Permite que la perspectiva Inocente, al primero (a) que habite, sea a ti.
¿Qué hay de pecador (a) en ti? más que la idea que has comprado acerca de tu condena...
¿Qué sucede si pones en duda esa idea?
Del dossier "Vía 0: Cambia de Foco"
https://www.unkido.com/dossieres
equivócate,
si no te implicas en tus propios errores,
“el juez” lo hará, frenando cada vez más la expresión de lo genuino que te habita.
Ahogando los "errores", ahogando el abono de los nuevos brotes de tu vida.
Equivócate,
da espacio a tus cagadas,
y observa cómo florecen los frutos con el abono.
Equivócate,
lo que parece “tan correcto” solo es una forma de hacer las cosas,
¿puedes ponerla en duda?
¿puedes poner en duda tus férreos principios?
Fíjate que ferreo contiene la palabra erro,
Fíjate que la palabra correcto, contiene la palabra erro...
yo no digo nada...
Equivócate,
el aplauso del padre al hijo pródigo,
no es más que la alegría del auto-reconocimiento que produce el haber tenido el atrevimiento de equivocarse,
y el aprovechamiento de los márgenes.
El hijo obediente, nunca conoció el margen de error que es el margen de Amor de la propia vida.
Equivócate,
abandona tu imagen de cumplidor (a),
y observarás el abuso que genera la moral.
Te condeno a sentirte culpable porque no pensaste que yo te necesitaba ese día... deberías haber sido bueno... buena...
No te digo “sé malo”, sino que pongas en duda las en qué se sustenta semejante virtud que se basa en la culpa. ¿Puede la culpa ser la base de una convivencia amorosa entre dos? ¿Puede el miedo a equivocarse ser la base de algo genuino?
¿Pueden las creencias en el cielo y el infierno, y el castigo y el premio, estar hablando de AMOR REAL?
No te digo que luches en contra de, sino que dejes de obedecer a lo que te obliga a ser de una forma concreta, poniendo en duda los principios obsoletos que no sostienen más el florecimiento de una nueva coherencia.
Permite que la perspectiva Inocente, al primero (a) que habite, sea a ti.
¿Qué hay de pecador (a) en ti? más que la idea que has comprado acerca de tu condena...
¿Qué sucede si pones en duda esa idea?
Del dossier "Vía 0: Cambia de Foco"
https://www.unkido.com/dossieres
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